Guía para elaborar propuestas de intervención
Introducción
Una propuesta de intervención es un documento en el que explicamos de manera clara, ordenada y argumentada qué queremos hacer para resolver un problema o mejorar una situación en un espacio, comunidad o institución.
Este tipo de propuesta no solo es útil en la escuela, sino también en proyectos comunitarios, ambientales o sociales. Por eso, aprender a construirla correctamente es una habilidad valiosa.

Estructura básica de una propuesta de intervención
1. Título del proyecto
- Debe ser claro, breve y atractivo.
- Refleja el objetivo principal del proyecto.
Ejemplo: “Renovar para aprender”, “Huerta escolar comunitaria”, “Espacio verde para todos”.
2. Descripción del problema o situación actual
- Describe cómo está la situación actualmente.
- Explica qué problemas, carencias u oportunidades existen.
- Incluye evidencias si es posible: fotos, dibujos, testimonios, croquis.
Ejemplo: “El espacio verde de la escuela se encuentra abandonado, lleno de maleza, sin uso educativo ni comunitario”.
3. Objetivos
- Define claramente qué buscas lograr.
- Incluye un objetivo general (lo más importante) y objetivos específicos (las metas pequeñas que permiten alcanzar el objetivo principal).
Ejemplo:
- Objetivo general: Transformar el espacio verde en una huerta escolar y aula viva.
- Objetivos específicos:
- Limpiar el terreno.
- Instalar compostera.
- Sembrar especies nativas.
4. Actividades y acciones propuestas
- Describe paso a paso lo que vas a hacer para lograr los objetivos.
- Ordena las acciones cronológicamente.
Ejemplo:
- Preparar y limpiar el terreno.
- Diseñar el espacio en un plano sencillo.
- Adquirir o recolectar materiales necesarios.
- Sembrar plantas o instalar mobiliario.
- Realizar mantenimiento periódico.
5. Recursos y materiales necesarios
- Haz un listado detallado de todo lo que necesitas: materiales, herramientas, personas, presupuesto (si aplica).
- Diferencia entre lo que ya tienes y lo que necesitarías conseguir.
6. Diseño o plano del proyecto
- Dibuja un esquema sencillo que muestre cómo quedaría el espacio intervenido.
- Señala claramente las zonas, elementos y materiales.
- Usa leyendas o etiquetas para que sea comprensible.
7. Cronograma
- Establece cuánto tiempo tomará cada actividad.
- Organiza las acciones por etapas: inicio, desarrollo, cierre, seguimiento.
8. Equipo de trabajo y roles
- Menciona quiénes integran el equipo y qué tareas realizará cada uno.
- Asegúrate de distribuir responsabilidades de manera equilibrada.
9. Impacto esperado
- Explica brevemente qué beneficios traerá la intervención.
- Considera aspectos ecológicos, educativos, sociales o comunitarios.
10. Sostenibilidad y mantenimiento
- Describe cómo se asegurará el cuidado y mantenimiento del proyecto a largo plazo.
Ejemplo: turnos de cuidado, cronogramas de limpieza, talleres de sensibilización.
Recomendaciones para una propuesta de calidad

- Usa lenguaje claro, respetuoso y adecuado.
- Organiza la información en apartados o subtítulos.
- Revisa ortografía y redacción.
- Si usas imágenes, asegúrate de que sean relevantes y de buena calidad.
- Consulta fuentes confiables si vas a incluir datos o referencias.
- Haz que tu propuesta sea realista, alcanzable y adecuada a los recursos disponibles.
- Piensa siempre en el bienestar común y en el impacto positivo que puede generar.
Presentación de la propuesta
- Prepara un documento bien presentado (cuaderno, hoja, cartel o presentación digital).
- Usa letra clara, ordenada y destacada para los títulos.
- Practica tu exposición oral: explica con seguridad qué harán, cómo lo harán y por qué es importante.
- Usa materiales de apoyo: dibujos, esquemas, fotos o maquetas sencillas.
Cierre motivador
Una buena propuesta no depende de tener muchos recursos, sino de tener buenas ideas, compromiso y trabajo en equipo. Atrévete a imaginar espacios y soluciones mejores, porque con creatividad, organización y esfuerzo se pueden transformar incluso los lugares más sencillos en espacios vivos, útiles y significativos.